Mascarillas con Aceite de Coco

Se entenderá por mascarilla aquel producto cosmético elaborado con elementos naturales y que se aplicará sobre el cabello o la cara con fines estéticos por un periodo de tiempo relativamente largo (en comparación con geles, champús y similares). Conocidos los beneficios para la piel y para el cabello del aceite de coco, no extrañará al lector la existencia de mascarillas con aceite de coco. Este método permite someter a la piel o al pelo a los efectos del aceite de coco por un periodo de tiempo mayor que el que se obtiene con la mera aplicación del aceite de coco sobre la piel o el cabello. A continuación se mencionarán algunas de las mascarillas con aceite de coco más populares.

El método más simple de obtener una mascarilla para el pelo con aceite de coco es, sencillamente, utilizar aceite de coco. Una vez se haya lavado el pelo y se encuentre totalmente seco, se aplicará el aceite de coco sobre el cabello, envolviendo éste con una toalla o gorro de baño para evitar que el aceite gotee. La cantidad de aceite que se empleará dependerá de la longitud y volumen del cabello que se posea. Del mismo modo, el tiempo que se mantendrá la mascarilla antes de aclararla con agua variará conforme a las necesidades del cabello propio, pero entre una y dos horas puede ser una horquilla de tiempo bastante adecuada para el cabello medio.

Los efectos que se consiguen con la mascarilla de aceite de coco aplicada sobre el cabello están principalmente relacionados con la hidratación, si bien también proporciona una gran suavidad en el pelo.

Si bien la mascarilla básica se consigue tan solo con aceite de coco, se puede combinar en proporciones variables (a deseo de quien la vaya a usar) con otros aceites naturales como puede ser el aceite de almendras, con otros productos naturales como puede ser el aguacate (ideal para cabellos muy secos), la yema de huevo, etc.

Al contrario de lo que sucedía para el pelo, una mascarilla de aceite de coco para la cara no puede envolverse con una toalla o un gorro de baño por que goteará, manchará y, probablemente, sea absorbida rápidamente por la piel. Por tanto, una de las mejores estrategias para poder usar este aceite a modo de mascarilla sobre el resto es combinarlo con una pequeña cantidad de miel. La miel, además de ser también buena para la piel, le dará más consistencia a la mascarilla, haciendo que ésta permanezca sobre el rostro sin gotear y no sea absorbida tan rápidamente. Transcurrido el tiempo que se considere necesario, se procederá al aclarado de la mascarilla, obteniendo como resultado un rostro mucho más hidratado, suave y libre de impurezas.

Otras opciones de mascarillas para la cara con aceite de coco consistirán en mezclar este aceite con yogur y nuez moscada, o con aceite de almendras, o con aguacate y cúrcuma, con cúrcuma y plátano, etc. Las combinaciones son muchas y dependen también de los resultados que se persigan conseguir y de los gustos del usuario.

Conclusión

Como se ha podido comprobar, las mascarillas en base al aceite de coco son interesantes tanto para la piel como para el cabello. Además, su fabricación es inmediata y extremadamente sencilla. Otra de sus ventajas es que son mascarillas que se pueden combinar con otros productos naturales para dotar al preparado de aún más propiedades de las que el aceite de coco, por sí solo, ya aporta.